Es sumamente difícil poner en palabras lo que se vivió aquel 18 de diciembre de 2022. La Selección Argentina ganó el Mundial de Qatar y la mezcla de sensaciones es indescriptible. Se vivió la final más hermosa de la historia de los mundiales, Lionel Messi se sacó la espina del 2014 y gritó campeón, un grupo de guerreros lo acompañó en su sueño y fueron felices por lo obtenido y también por su capitán. Hace exactamente un año, toda una generación pudo saber lo que sintieron sus padres o abuelos allá por 1978 o 1986. ¡Gracias, campeones del mundo!

Todo comenzó de una manera poco convencional allá por 2018, cuando Sampaoli dejó la Selección y quedó de manera provisoria Lionel Scaloni y un cuerpo técnico muy arraigado a la Selección Argentina con nombres importantes como los de Pablo Aimar, Walter Samuel y el Ratón Ayala. Allí comenzó la semilla del Mundial de Qatar, algo que no estaba en los planes de nadie.

Supuestamente, ese cuerpo técnico quedaría hasta la Copa América 2019 y luego sería reemplazado, pero el resultado -tanto en lo humano como en lo deportivo- convenció y Tapia decidió dejarlos trabajar. Luego llegó el título en la Copa América 2021 y la Finalissima 2022.

En la previa del Mundial de Qatar, la Selección Argentina tenía un invicto impresionante y la renovación había sido espectacular, por lo que había motivos para ilusionarse con ganar la tercera Copa del Mundo. Hubo un golpe duro en la previa y fueron las bajas de algunos jugadores por lesión, inclusive algunos de ellos en los días previos al debut ante Arabia Saudita, como el caso de Nico González y Joaquín Correa. En sus lugares fueron Thiago Almada y Ángel Correa.

El golpe sufrido en la inesperada derrota ante Arabia Saudita fue durísimo. Los hinchas en Qatar tomaron nota y a partir del partido contra México se vivió una fiesta en cada partido. Los jugadores sabían que estaban obligados a ganar los dos partidos que quedaban y así lo hicieron. Los triunfos antes México y Polonia dieron alivio y el pase a octavos de final en el primer puesto, algo fundamental para evitar a Francia en octavos.

A medida que pasaban los partidos, Scaloni encontró en la juventud una pieza fundamental para el armado del equipo y rendimientos como los de Mac Allister, Enzo Fernández y Julián Álvarez fueron determinantes para avanzar fase a fase. Eso acompañado de una defensa firme y un Lionel Messi inspirado que sabía muy bien que el Mundial de Qatar era la oportunidad para demostrarle al mundo que es el mejor de todos. Argentina ganó todos los partidos de la recta final -Australia, Países Bajos, Croacia y Francia- siendo ampliamente superiores a sus rivales, aunque ante Países Bajos y Francia haya que tenido que recurrir a los penales.

Cuando Gonzalo Montiel metió el penal definitivo ante Francia, la felicidad se apoderó del pueblo argentino. Chicos, adolescentes, jóvenes, adultos, abuelos y todo el mundo fue feliz en ese mismo instante. El nerviosismo fue vencido por la alegría y las calles de todo el país se llenaron de gente para celebrar. El grito era uno solo: MUCHAS GRACIAS CAMPEONES DEL MUNDO.

laseleccionargentina.com

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