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10 de noviembre de 2024

Asesinaron al líder de la barra brava de Rosario Central

"Pillín" Bracamonte tenía 29 intentos de asesinatos previos. Estaba vinculado a casos de narcotráfico, lavado de dinero y extorsión. Su número dos, Daniel “Rana” Attardo, también murió en el ataque. IMÁGENES SENSIBLES.

Andrés "Pillín" Bracamonte, era uno de los jefes de hinchada con mayor tiempo de duración en ese lugar en el fútbol argentino, junto con "Rafa" Di Zeo, el referente de la barra de Boca. Este sábado por la noche, cerca de las 21, después del partido en el que Rosario Central cae ante San Lorenzo comienzan los trascendidos de que habrían emboscado al jefe de la barrabrava del equipo local, Andrés Pillín Bracamonte, en las inmediaciones del Gigante de Arroyito junto a Daniel “Rana” Atardo, otro referente del paraavalanchas.

Todo tipo de hipótesis corrían por esas horas en la ciudad de Rosario, que "lo emboscaron Los Monos (históricos narcos de Rosario)", que "fueron los del Clan Alvarado" porque "Pillín estaba con Los Monos". También se empezó a especular que "liberaron la zona" para el ataque, ya que no hubo policías a la vista para frenarlo y los sicarios se escaparon sin ser perseguidos, incluso añadían que "justo esas cuadras estaban casi a oscuras".

Tal es así, que no hubo ambulancia ni policía que lleve a Bracamonte y Atardo al Hospital Centenario, sino que fueron los mismos familiares y amigos los que los llevaron en andas hasta el lugar donde las fuerzas de seguridad informaron que fallecieron ambos barrabravas. Decían que por la zona pasó una ambulancia "y no quiso ayudar...". Aunque resulta casi obvio que si efectivamente pasó y observaron el cuadro, con los allegados de Bracamonte, infirieran que podía serles fatal y decidieran escapar. 

Incluso la policía debió montar un operativo especial en el Hospital, cuando hubo que confirmarles a los allegados a Bracamonte su muerte y la de Atardo.

Hasta el momento, se conoce que Bracamonte y Atardo se retiraron del Gigante de Arroyito en una camioneta Chevrolet y poco antes de Ibarlucea aparece la moto con los sicarios, que no está claro si fueron dos, disparan en segundos y escapan. Se trata de una modalidad ya conocida por los narcos rosarinos y que fue utilizada en decenas de ocasiones.

A pesar de la baja del crimen organizado, se observa que las mafias mantienen en Rosario y, ahora, solo queda ahora esperar para ver si la investigación del doble asesinato que inició el Ministerio Público Fiscal rosarino avanza en pistas que determine quien mandó a asesinar a Bracamonte y Atardo.

Los inicios

Allá por finales de los 90 y principios de los 2000, en la tribuna canalla estalló la guerra por la jefatura entre dos facciones: los "Pillines", liderados por Andrés Bracamonte, y los "Chaperos", conducidos por Juan Bustos. Los primeros se quedaron con el poder, no sin que antes corriera mucha sangre en torno a esta disputa, que poco tuvo que ver con el fútbol. 

A partir de allí, Andrés Bracamonte comenzó a tejer una red enorme de conexiones de todo tipo: policías, abogados, personas vinculadas a la Justicia y a la política, dirigentes, técnicos y jugadores. Su poder y el de sus laderos fue creciendo y muchos hinchas valoraban que había logrado "ordenar" una tribuna que era un caos de inseguridad y violencia en medio de la disputa de "pillines" y "chaperos". 

Son de dominio público las fotos de "Pillín" con jugadores del primer equipo subidos al paravalanchas. O aquel recordado diálogo tejido de por medio entre Miguel Russo y Bracamonte en un partido con serios disturbios en la tribuna, cuando Central luchaba por volver a primera. En definitiva, todos en Central lo conocían y tenían trato con él. 

"Nosotros tenemos códigos, cuidamos a los hinchas en la tribuna y en los viajes. Hasta hemos levantado gente de Central en la ruta. Con nosotros, en la hinchada de Central no pasa lo que pasaba antes, que era un descontrol", declaraba Bracamonte en un documental sobre barras, hace poco más de una década. 

El poder económico y de fuego de Andrés Bracamonte no se detenía. Así se fue metiendo en otros negocios turbios, por los que más tarde fue investigado e imputado. Lavado de activos y extorsiones fueron los delitos que le señalaron. 

Fueron largos años en los que los allanamientos ni le pasaron cerca, pero con el correr del tiempo fue quedando expuesto, perdió algunos contactos y cayó preso. 

Deportado de Sudáfrica

Uno de los episodios más recordados de su largo tiempo como jefe del paravalanchas de Central, fue cuando fue deportado de Sudáfrica durante el Mundial 2010. "Pillín" quiso formar parte de ese grupo de barras que viajaron al campeonato del mundo con el nombre de "Hinchadas Unidas", pero las fuerzas de seguridad sudafricanas lo identificaron en el aeropuerto, lo tuvieron incomunicado junto a otros barras de Argentina y lo mandaron de vuelta. 

Es que Bracamonte tenía prohibido salir del país por estar condenado a dos años de prisión por amenazas coactivas a un empleado de Rosario Central.

Varios años después, en septiembre de 2018, fue detenido en la cancha de Lanús cuando repartía entradas de protocolo -destinadas a dirigentes y allegados- a metros del ingreso al estadio.

Amenazas con un bate de béisbol

A medida que su poder económico crecía, "Pillín" accedía a nuevos estándares de vida. Se mudó con su pareja de entonces a un country de Ibarlucea, donde cada lote costaba de 120 mil dólares para arriba. Más tarde, ese barrio cerrado se hizo famoso en los portales de noticias porque allí lo fotografiaron esposado, luego de un allanamiento en el que le secuestraron millones de pesos, vehículos y documentación que lo comprometía. 

Las cosas empezaron a ir mal en la pareja y comenzaron los episodios de violencia de género de Bracamonte hacia su ex novia. Ante el juez Aldo Bilbao Benítez, este viernes la fiscal Luciana Vallarella afirmó que el 27 de marzo de 2018, Bracamonte corrió con un bate de béisbol a su ex pareja en el interior de su casa de Álvarez Thomas al 1800. Dicha situación, según amplió, fue después de que la mujer le dijera que no quería continuar con la relación.

La otra intimidación que era objeto de debate oral y público tuvo lugar el 19 de octubre de 2018, cuando la mujer contó que al salir de su casa para llevar a su hijo a la escuela encontró a “Pillín” en una camioneta blanca en la puerta de su casa, quien bajó una ventanilla y la amenazó con un objeto, que en la audiencia no se precisó cuál había sido. 

Cuando en diciembre de 2018 fue imputado el jefe de la barra brava canalla, el juez Mariano Aliau le había prohibido la salida del país y acercarse a la víctima en un radio de 500 metros.

Caída y muerte de un jefe histórico

En los últimos años el poder de Bracamonte empezó a ser cuestionado y también disputado en el Gigante de Arroyito. A lo largo del tiempo, "Pillín" fue perdiendo a sus históricos laderos y otros grupos que querían tomar el poder en la popular canalla le fueron marcando la cancha. 

Bracamonte estuvo en el centro de las noticias varias veces este año. La más reciente había sido en agosto, después del último clásico que se jugó en el Gigante de Arroyito, cuando intentaron matarlo a tiros en el Parque Alem, donde estaba junto con su última pareja.

En febrero de este año también le dejaron un cartel en el country de Ibarlucea en el que vivía y realizaron disparos al aire. (R3/Filo).

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