Este miércoles dio inicio la tercera jornada del debate oral y público en contra de Juan Cruz Pérez (27), imputado por el crimen de Walter Arnaldo Pigüela (28), quien fuera ultimado de un disparo en la cabeza tras un incidente vial ocurrido durante la madrugada del 23 de octubre del 2021, en El Manantial. 

El Ministerio Público Fiscal estableció para el acusado una pretensión punitiva de 20 años de prisión por considerarlo coautor penalmente responsable del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego; en concurso ideal con homicidio agravado por el empleo de arma de fuego, en grado de tentativa; en concurso real con el delito de robo simple. Interviene la Unidad Fiscal de Homicidios I, a cargo de Ignacio López Bustos y representada en el juicio por el auxiliar de fiscal Guillermo Di Lella.

A lo largo de los dos primeros días, prestaron declaración policías que realizaron actuaciones en el hecho y peritos técnicos del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) del MPF, quienes hicieron un abordaje integral de la escena del crimen y recogieron diversas muestras a los fines de producir evidencias.

Para hoy y mañana jueves están previstos los testimonios de testigos presenciales convocados tanto por la Fiscalía como la defensa. En tanto que la finalización del juicio sería el próximo viernes, con los alegatos finales y la sentencia del Tribunal. 
Cabe recordar que, en el marco de esta causa, el 11 de mayo del 2022 Nahuel Rodrigo Rojas fue condenado en un juicio abreviado a la pena de 16 años de cárcel.

La teoría del caso

El 24 de octubre del 2021, a las 4:30 horas de la madrugada, Sergio Maximiliano Juárez circulaba en moto junto a Walter Arnaldo Pigüela como acompañante y en la esquina de Corrientes y Celedonio Gutiérrez, en El Manantial, sufrieron un incidente vial al ser "encerrados" por una camioneta con vidrios polarizados, conducida por Juan Cruz Pérez, quien iba acompañado por dos mujeres. Pérez se bajó del vehículo y comenzó a increpar violentamente. También se bajó una de las jóvenes con la intención de calmar los ánimos, quién quedó en dicho lugar cuando cada uno de los vehículos retomó su marcha. 

Al verse en inferioridad numérica, Pérez llamó por teléfono a Rojas, con quien previamente había estado en una fiesta, sabiendo que él estaba armado. Le dijo que lo pasaría a buscar para vengarse. Cuando arribó se subieron Rojas y otros cuatro sujetos para regresar al lugar en búsqueda de Pigüela y Juárez. 

A los pocos minutos, cuando Juárez y Pigüela se retiraban en la moto del domicilio de éste último, fueron interceptados en la esquina de Entre Ríos y Pasaje 20 de Junio por Pérez, Rojas y las otras cuatro personas. En tales circunstancias, Rojas abrió la puerta trasera derecha, se bajó y realizó varios disparos, mientras Pérez vociferaba “hacele, hacele…”. Juárez intentó huir acelerando la marcha, momento en que Rojas ascendió a la camioneta, mientras Pérez inicia una persecución tras el motovehículo, continuando con los disparos desde la camioneta. 

A media cuadra del inicio de la persecución, Pigüela cae de la moto a raíz de uno de los disparos que le impacta en la región témporo-occipital izquierda. Pérez detiene la marcha del vehículo a dos metros aproximadamente del cuerpo de la víctima para que desciendan Rojas y el resto de los ocupantes. Luego de robarle Pigüela el teléfono celular, alentados por Pérez que gritaba “pegale, pegale”, golpearon a un testigo ocasional en la cabeza con el arma que portaba, para después darse a la fuga.

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