Las milanesas de carne son un clásico de la cocina argentina y resultan una opción ideal para quienes buscan una comida rápida, sabrosa y versátil. Esta preparación no solo es sencilla, sino que también permite experimentar con distintos cortes de carne y técnicas de cocción.

¿Cuál es la mejor carne para milanesas?

Elegir el corte adecuado de carne es el primer paso para lograr unas milanesas perfectas. Los cortes más comunes son la cuadrada, la bola de lomo, la nalga y el peceto. Cada uno tiene características diferentes que afectan el sabor y la textura de las milanesas. La nalga es una de las opciones más populares gracias a su carne magra y sin nervios. Se trata de un corte grande, ideal para obtener milanesas de buen tamaño y con una textura tierna.

El peceto, por su parte, es conocido por ser más pequeño y magro. Su carne tiende a ser muy tierna, aunque se caracteriza por sus piezas más redondeadas. Este corte es ideal para quienes buscan una milanesa con un perfil más delicado. La bola de lomo, por otro lado, ofrece una opción jugosa, aunque puede desarmarse si se corta muy fina, ya que está compuesta por dos músculos. Finalmente, la cuadrada, que es más económica, tiene una textura fibrosa, pero forma un bife de una sola pieza, lo que facilita su manipulación en la cocina.

Ingredientes para la huevada o marinada

Para preparar las milanesas de carne con un sabor irresistible, la marinada juega un papel fundamental. Esta mezcla es la clave para lograr que la carne absorba sabores intensos antes de empanarse. Los ingredientes que se necesitan son:

• 8 bifes pequeños de carne
• Pan rallado para empanar

Para la huevada:

• 2 huevos
• 1 cucharada de mostaza 
• Jugo y ralladura de un limón
• 1 diente de ajo finamente picado
• Perejil fresco picado
• 1 cucharada de queso rallado
• Sal y pimienta al gusto

Preparación

1. Comenzá batiendo los huevos en un bol grande y, una vez que estén bien mezclados, incorpora la mostaza, el jugo y la ralladura de limón, el ajo y el perejil. Estos ingredientes aportan frescura y un toque cítrico a la receta.
2. A continuación, agregá el queso rallado, la sal y la pimienta, y mezcla bien para asegurarte de que todos los sabores se integren adecuadamente. Este paso es crucial para que las milanesas queden jugosas y sabrosas. La marinada debe cubrir bien las milanesas, por lo que es importante sumergirlas completamente en la mezcla de huevo y condimentos.
3. Para lograr el mejor resultado, se recomienda dejar reposar la carne en la heladera durante al menos una hora. De esta manera, los sabores penetran la carne, potenciando su sabor. Si es posible, lo ideal es dejar reposar las milanesas más tiempo para obtener un mejor resultado.
4. Una vez que las milanesas de carne hayan reposado el tiempo necesario en la heladera, retiralas y preparalas para el empanado. Es fundamental empanarlas bien, presionando el pan rallado contra la carne para que quede bien cubierto. Este paso es clave para obtener una textura crujiente.
5. Para cocinar las milanesas, calentá aceite en una sartén hasta que esté bien caliente. Freí cada milanesa durante unos minutos por cada lado, hasta que estén doradas y crujientes. Si se desea una opción más ligera, también pueden hornearse a 180 °C hasta que estén bien cocidas y doradas.

Puré de papas

Un error muy común a la hora de cocinar puré de papas ocurre cuando queda demasiado líquido o grumoso. Para evitar esto, es importante tener en cuenta una de las claves más importantes para lograr un puré cremoso: que la temperatura de los ingredientes sea la indicada. Para esta receta, que rinde para 4 personas aproximadamente, vas a necesitar:

• 800 gr de papas
• 100 gr de manteca fría
• 200 ml de leche (preferentemente entera)
• Sal (opcional)
• Pimienta (opcional)

Preparación

1. Lavar bien las papas, con cáscara, y meterlas enteras en una olla con abundante agua.
2. Una vez que el agua hierva, retirar las papas con la ayuda de un colador. La cáscara va salir muy fácilmente, por lo que un chorro de agua fría probablemente será suficiente para retirarla por completo. En caso contrario, usar cuchicllo o pelapapas.
3. Cortar las papas en trozos de igual tamaño y aplastarlas con un pisapapas.
4. Poner las papas aplastadas al fuego bajo e ir agregando la manteca, fría. 
5. Calentar leche entera e ir agregándola a la mezcla lentamente e ir revolviendo.
6. A medida que vayamos logrando la consistencia deseada (ni muy sólido ni muy líquido), dejar de agregar leche y batir la mayor cantidad de tiempo posible. Si se pone muy líquido, agregar más manteca, y si queda muy sólido, añadir un chorrito de leche.
7. Servir en un plato con sal y pimienta a gusto (opcional).

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