MUNDO
17 de junio de 2025
Caso Koldo: el Presidente de España acorralado atraviesa su peor momento

Pedro Sánchez vive una gran crisis. Todo empezó con la detención de Koldo García Izaguirre, exasesor del exministro de Fomento José Luis Ábalos.
Pedro Sánchez atraviesa la mayor crisis desde su llegada a la presidencia de España en 2018. Una serie de revelaciones vinculadas al denominado “Caso Koldo” —que involucra a su entorno más cercano—, desencadenó un terremoto político de gran magnitud, con derivaciones judiciales, internas partidarias y reclamos de la oposición para que convoque a elecciones anticipadas.
Todo empezó con la detención de Koldo García Izaguirre, exasesor del exministro de Fomento José Luis Ábalos, y la aparición de audios secretos en los que se exponen presuntas comisiones ilegales, adjudicaciones irregulares de contratos públicos y negociaciones vinculadas a países extranjeros como Venezuela. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil entregó al Tribunal Supremo grabaciones que comprometen directamente a García, Ábalos y Santos Cerdán, hasta hace días secretario de Organización del PSOE.
Uno de los audios más comprometedores revela a Koldo García diciendo: “Necesito algo de dinero, jefe, se lo di todo a él”, en alusión a Cerdán. En otros registros, se detallan pagos por más de 570.000 euros en distintas tandas vinculadas a contratos e “indemnizaciones”. También hay conversaciones donde Koldo acusa a Cerdán de apropiarse de parte de los fondos y se discuten presiones internas para mantener silencio.
El impacto de la filtración no se limita al plano doméstico. Otro de los audios, fechado en 2019, describe gestiones de Koldo para una presunta mediación petrolera con Venezuela, a cambio de una comisión de 500.000 euros mensuales durante tres años. Allí, menciona contactos con el equipo de Juan Guaidó y con funcionarios del Palacio de la Moncloa, en una negociación que nunca fue formalmente reconocida.
Estas revelaciones provocaron la reacción de Guaidó desde Estados Unidos: acusó a Sánchez de “sabotear la causa democrática” venezolana y de buscar un “pelotazo” económico. El exlíder opositor también explicó por qué, en su momento, el presidente español evitó recibirlo oficialmente.
La respuesta de Pedro Sánchez fue rápida pero insuficiente para frenar la crisis. El jueves pasado, ofreció disculpas públicas y ordenó la destitución de Santos Cerdán, quien deberá declarar ante el Tribunal Supremo el próximo miércoles 25 de junio. Sin embargo, los cuestionamientos no cesaron. La teoría del presidente sobre una “operación política-mediática-judicial de la derecha” no logra disipar las dudas ni dentro ni fuera del PSOE.
Juanma Moreno, presidente andaluz del Partido Popular (PP), fue uno de los primeros en exigir la convocatoria inmediata de elecciones generales, calificando las medidas del Gobierno como “cambios cosméticos”. “La corrupción lo atropelló”, dijo, y criticó al Ejecutivo por no haber impulsado una investigación interna cuando estallaron las primeras sospechas.
Moreno recordó además que Pedro Sánchez accedió al poder mediante una moción contra la corrupción del PP, y que ahora esa misma corrupción rodea a su gestión. “¿Qué más tiene que pasar para que dimita o convoque elecciones?”, se preguntó el dirigente popular, quien también repudió los contenidos machistas en los audios entre Ábalos y Koldo.
Desgaste y fragilidad parlamentaria
El clima se tensa aún más dentro del PSOE. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, uno de los barones más críticos con la actual conducción, pidió elecciones anticipadas. Según analistas, este reclamo refleja una grieta interna que podría ampliarse si Sánchez no logra recomponer apoyos.
En el Congreso, el presidente tendrá que comparecer próximamente para responder preguntas sobre transparencia, responsabilidad política y su conocimiento de los hechos. El avance de las causas judiciales y la posibilidad de nuevas revelaciones mantienen en vilo al Ejecutivo.
Al desgaste por la corrupción se suma la fragilidad parlamentaria. Sánchez depende de alianzas con Sumar, ERC, PNV, Podemos y Junts para sostenerse. Estos partidos ya han expresado su malestar, algunos exigiendo mayor transparencia y otros aprovechando la situación para negociar beneficios.
Por su parte, el PP, aunque fortalecido por el escándalo, enfrenta su propia limitación: solo tiene como aliado a Vox, un partido que representa el techo para muchas fuerzas con las que podría articular una mayoría alternativa. El líder popular, Alberto Núñez Feijóo, no ha logrado tejer una alianza suficiente para garantizar una moción de censura, pero apuesta a que el desgaste acelere una caída del Gobierno.
Con elecciones generales previstas recién para 2026, Pedro Sánchez debe sortear un periodo crítico. El escándalo golpea su promesa fundacional de honradez, y amenaza con socavar la legitimidad de su proyecto político.
El caso Koldo podría no ser el último dolor de cabeza. Otras causas rodean a figuras familiares del mandatario, incluida su esposa, Begoña Gómez, y su hermano, David Sánchez, sobre quienes pesan investigaciones en curso.
A medida que se suman presiones judiciales, internas y mediáticas, Pedro Sánchez se enfrenta a una pregunta central: ¿podrá sobrevivir políticamente a su peor crisis o será la corrupción lo que termine con su mandato? En los próximos días, las decisiones del presidente podrían definir el rumbo político español.(El Sol).
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