Maurice Tillet, un nombre que quizás no suene familiar para muchos, fue la inspiración detrás de uno de los personajes animados más icónicos de los últimos tiempos: Shrek. Aunque los productores de la película nunca confirmaron ni negaron esta teoría, las similitudes físicas entre el ogro de DreamWorks y el luchador francés son innegables.

Nacido en 1903 en Rusia, Tillet creció en una familia francesa. Tras la muerte de su padre, Maurice y su madre se mudaron a Reims, Francia, huyendo de la Revolución Rusa en 1917. Durante su adolescencia, comenzó a notar que su cuerpo estaba cambiando de una manera poco usual: a los 17 años, sus manos, pies y cabeza empezaron a hincharse de forma anormal. A los 20, fue diagnosticado con acromegalia, un trastorno hormonal que provoca el crecimiento excesivo de ciertas partes del cuerpo.

A pesar de su condición, Maurice no dejó que esto lo detuviera. De niño, era atlético, tenía el apodo de “Ángel” por su cabello rubio y sus delicados rasgos, y soñaba con ser abogado. A lo largo de su vida, luchó por demostrar que su apariencia no definía su intelecto, ya que hablaba 14 idiomas y se graduó en derecho. Sin embargo, su aspecto físico le cerró muchas puertas en la profesión legal y en otros trabajos.

El luchador

Fue en 1937, durante un viaje a Singapur como parte de la Marina francesa, donde su vida dio un giro inesperado. Allí conoció al luchador Karl Pojello, quien lo convenció de entrar en el mundo del catch, un deporte donde sus rasgos físicos lo convirtieron en una figura única. Tillet entrenó arduamente y comenzó a destacarse en los cuadriláteros, logrando un éxito masivo en Estados Unidos bajo el nombre de “El Ángel Francés”. En la década de 1940, llegó a ser Campeón Mundial de Peso Pesado de la AWA y conquistó los corazones de miles de fanáticos.

A pesar de su apariencia temible, Tillet era conocido por su inteligencia y su buen humor. Escribía poesía, tenía un agudo sentido del humor y, aunque su apariencia le otorgó fama, sus amigos lo recordaban como un hombre profundamente sensible y brillante.

El declive en su carrera llegó con la aparición de imitadores y problemas de salud que lo llevaron a retirarse del ring en la década de 1950. Sin embargo, su legado renació años después cuando los fanáticos de “Shrek” notaron el asombroso parecido entre el personaje animado y el luchador de la vida real.

La relación entre Tillet y su mentor Pojello trascendió la lucha libre. Vivieron juntos en Chicago, donde compartían su hogar con otros huéspedes y desayunaban mientras hablaban de sus glorias en el ring. Cuando Pojello falleció en 1954, Maurice quedó devastado. Poco tiempo después, sufrió un infarto que le quitó la vida. Ambos amigos descansan juntos en una tumba en Chicago, bajo una inscripción que dice: “Amigos a quienes ni siquiera la muerte pudo separar”.

El Trece

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