En vísperas del Día Mundial contra el Trabajo Infantil que se conmemora los 12 de junio, la licenciada Betina Castro referente de Desarrollo y Autogestión (DyA) organización abocada a la prevención del trabajo infantil y la inclusión educativa, conversó con Emanuel Gall y Alfredo Grassia en A Contramano y compartió valiosas perspectivas sobre los esfuerzos para erradicar esta problemática en Tucumán y otras regiones de Argentina.

El trabajo infantil es una realidad alarmante en Argentina y América Latina. “El 10% de los niños de entre 5 y 15 años realizan actividades productivas, con una incidencia mayor en áreas rurales, del 19,8% en el NOA y NEA,” señaló Betina Castro, citando datos de la encuesta EANA 2016-2017 (Encuesta de actividades de niñas, niños y adolescentes).

Desarrollo y Autogestión (DyA) trabaja en Argentina desde hace casi una década, se enfoca en la prevención del trabajo infantil a través de proyectos como PARC (Producción Agrícola Responsable) implementado en Misiones, Buenos Aires y nuestra provincia.

En Tucumán, la organización DyA trabaja con las cadenas productivas de arándanos y limones, sectores donde el trabajo infantil ha sido históricamente prevalente.

En estas actividades “el trabajador temporario del arándano o de la cosecha justamente tiene poco tiempo de laburo. Muchas veces como se trabaja destajo, o sea una lógica de que a mayor cantidad de fruta que cosechas, más plata vas a ganar, llevó a familias enteras a cosechar, con niños incluidos”, aseveró.

Castro expresó que “cuanto más temprano entran los niños al mercado de trabajo, más expuesto está a agresiones, abusos o al consumo problemático de sustancias. El único lugar donde los chicos se tienen que educar es en la escuela y en todo caso en espacios deportivos, culturales que generen realmente el fortalecimiento de sus habilidades socioemocionales para la etapa de la vida en la que están”, para reafirmar un contrapunto con opiniones a favor de las bondades del trabajo temprano y su supuesta capacidad educativa.

Luego contó que “con DyA venimos trabajando en zonas rurales con escuelas, comunidades y gobiernos locales para fortalecer los espacios donde hay más riesgo de trabajo infantil,” explicó Betina.

Por otro alertó que “tenemos que aumentar la protección para que en esta época de la niñez y la adolescencia sucedan otro tipo de situaciones, en donde los escenarios estén enmarcados por la garantía de los derechos por parte del Estado, que se aumenten los espacios de educación y de acceso a la cultura, a la salud y a todo lo que tenga que ver con la promoción de las habilidades de los niños, niñas y adolescentes dentro de espacios cuidados”.

Sobre lo vivido en los últimos años señaló que la pandemia ha exacerbado las condiciones que propician el trabajo infantil. “Después de la pandemia, se acrecentó al 40% la mano de obra femenina en el sector del limón, por ejemplo, debido a que muchas mujeres son jefas de familia,” indicó Betina Castro.

Y para afrontar el problema de la falta de datos e información confiable adelantó que "actualmente, estamos llevando a cabo una encuesta con adolescentes de zonas rurales para obtener un panorama real de sus actividades cotidianas. Los datos preliminares muestran una realidad alarmante post-pandemia, con muchos adolescentes asumiendo tareas de cuidado y trabajo en sus hogares, lo cual les impide acceder a una educación adecuada y disfrutar de su infancia".

El enfoque de DyA incluye la implementación de protocolos para registrar y atender situaciones de riesgo, “focalizamos en tres patas fundamentales, que son la prevención, la atención y el monitoreo de los casos dentro del campo, dentro de los campos que cada empresa con las que venimos trabajando en PARC. Para que puedan contar con un protocolo de registro de cómo hacer cuando aparece una situación de riesgo de trabajo infantil, porque en muchos casos no sabían, de hecho hemos hecho talleres con cosecheros, con trabajadores de la cosecha acá en Tucumán y cuando preguntamos si sabían cuál era la edad de ingreso al trabajo, muchos decían siete años, ocho años”.

Betina en La 97.1 Radio Tucumán

“Desde DYA, sensibilizamos a la gente sobre la problemática del trabajo infantil a través de dinámicas que muestran cómo el trabajo afecta el tiempo y las actividades cotidianas de los niños. Por ejemplo, usamos un juego donde medimos el tiempo que un niño que trabaja tiene para actividades esenciales como jugar y educarse, evidenciando cómo el trabajo infantil les roba su infancia y desarrollo pleno," explicó Betina Castro.

Por último compartió que la Comisión para la Erradicación del Trabajo Infantil (COPRETI) que coordina Rita Soria está conformada por representantes de diversos ministerios, sindicatos, organizaciones de la sociedad civil, y ONGs como Desarrollo y Autogestión (DYA) y el día 12 de junio, Día Mundial contra el Trabajo Infantil, se realizará una actividad en la explanada del Ministerio del Interior del gobierno de Tucumán que incluirá juegos, información, asesoramiento, y controles de salud proporcionados por el Ministerio de Salud de la provincia, para reflexionar y generar conciencia sobre la problemática del trabajo infantil.

Información en https://www.dyaorg.net/

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