A casi tres años de su entrada en vigencia, el gobierno de Alberto Fernández analiza la posibilidad de suspender la aplicación de la Ley de Alquileres (Ley 27.551) sancionada en junio de 2020. Y mientras se espera el anuncio oficial y los detalles de la norma que la reemplazaría, comenzaron los usuales tironeos entre propietarios e inquilinos acerca de cómo debería regirse el vínculo que los une.

Esos mismos tironeos son los que mantienen congelados en el Congreso de la Nación varios proyectos que apuntan a modificar la actual Ley de Alquileres.

Gervasio Muñoz, titular de Inquilinos Agrupados, sintetizó el cariz de este debate: "Lo que se disputa hoy con los ataques a la Ley de Alquileres es quién decide cómo se alquila, si el Estado o el mercado". En la misma línea se pronunció Maximiliano Vittar, del Movimiento Nacional de Inquilinos quien advirtió que "la crisis es habitacional y es anterior y más profunda que los problemas que quieren endilgarle a la Ley de Alquileres".

Teniendo en cuenta que el Poder Ejecutivo no tiene potestad para derogar una ley por decreto, se prevé que el Gobierno avanzará en una suspensión por 180 días en la aplicación de la Ley de Alquileres para restablecer la norma anterior mientras el Congreso avanza en la sanción de una nueva normativa que regule el mercado.

En la actualidad hay tres dictámenes distintos en la comisión de Legislación General de la Cámara de Diputados para modificar la Ley de Alquileres, uno propuesto por el Frente de Todos, otro por Juntos por el Cambio y el tercero impulsado por la bancada de ultraderecha la Libertad Avanza.

Los tres proyectos ya están en condiciones de ser tratados en el recinto, sin embargo su debate permanece frenado por las diferencias entre oficialismo y oposición.

Cómo sería la nueva Ley de Alquileres

El proyecto que cuenta con el dictamen de mayoría es el del Frente de Todos y prevé que se sostengan los contratos de tres años de duración (algo resistido por inmobiliarias y propietarios y defendido por los inquilinos) así como también mantener la actualización anual del valor en base a un cálculo entre la inflación y RIPTE (Remuneración Imponible de los Trabajadores Estables).

Por el contrario la iniciativa de Juntos por el Cambio apunta a volver a los contratos por dos años y que el valor del alquiler y los períodos de actualización de este valor se acuerde libremente entre las partes con algunos parámetros a cumplir.

Así, el macrismo propone que el ajuste del alquiler acordado entre el dueño y el inquilino se haga en base a la inflación, el Índice de Precios Mayoristas (IPM) y/o el Índice de Salarios (IS) o una combinación de estos índices, según como pacten ellos al momento de firmar el contrato.

El monto del alquiler podría demás subir cada tres meses como mínimo y un año como máximo, sujeto una vez al acuerdo entre las partes.

Sí coinciden oficialistas y macristas en la necesidad de impulsar una serie de incentivos fiscales como, por ejemplo, que los monotributistas que tienen una propiedad que destinan a alquilar no deban pasar al régimen impositivo general. También estarían exentos del pago del Impuesto a los Bienes Personales si las unidades sin destinadas a alquilar con un topa de 30 millones de pesos.
Proponen además un sistema de incentivos para la construcción de viviendas destinadas al alquiler de modo de elevar la base de la oferta; avanzar en la obligatoriedad de la bancarización del vínculo y el registro de los contratos en la AFIP, entre otros temas.

Las subas de los alquileres
El último relevamiento del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) advierte que los precios de los alquileres de departamentos en la ciudad de Buenos Aires tuvieron en marzo aumentos del 2,6% al 15,4%, según la cantidad de ambientes.

El informe señaló que los incrementos respecto de los valores de febrero fueron de 2,6% en los monoambientes, 5,9% para los departamentos de dos ambientes y 15,4% en los de tres ambientes.

También indicó que los aumentos acumulados en los últimos doce meses fueron de 110,5% para los monoambientes porteños, de 100% para las unidades de dos ambientes y de 114,3% para los de tres, en un período en el que la inflación ascendió al 102,5%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Además la mediana de los monoambientes ofertados en la ciudad es de 80 mil pesos, por lo que el Salario Mínimo Vital y Móvil, que en marzo fue de 69.500 pesos alcanza para cubrir 86,87% de un alquiler, una relación similar a la de marzo del año pasado.

Por otra parte, la mediana de las ofertas de departamentos de dos ambientes es de 90 mil pesos y de los de tres ambientes 150 mil pesos, con una cobertura del salario mínimo del 77,22% y el 46,33%, respectivamente.

Fuente:minutouno

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