El gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, aseguró que la reforma laboral impulsada por el Gobierno nacional “tiene una alta probabilidad de ser aprobada” en el Congreso, y sostuvo que la CGT “en privado reconoce la necesidad de modificar la legislación”. La central obrera ya desmintió públicamente, y con documentos oficiales, haber acompañado cualquier propuesta flexibilizadora en el marco del Consejo de Mayo.

En declaraciones a,  Cornejo afirmó que “hay una discusión pública y otra privada, y la CGT a veces dice una cosa para no ser vista como antitrabajador, pero sabe que hay que modernizar la ley”. Sus dichos se producen un día después de que se conociera que el propio Informe del Consejo de Mayo tergiversó la postura sindical, atribuyéndole a Gerardo Martínez aportes que la CGT nunca realizó y que contradicen su posición real, plasmada en los documentos oficiales presentados ante el organismo.

La central obrera, en cambio, dejó constancia escrita de su rechazo total a la reforma laboral en las páginas 288 y 289 del compendio oficial de aportes del Consejo, donde advierte que el borrador gubernamental es “regresivo”, “violatorio de derechos constitucionales”, “carente de coherencia técnica” y orientado a “desconocer la naturaleza protectoria del derecho del trabajo”. Además, reiteró que cualquier modificación estructural debe debatirse en el Congreso y no en espacios extraparlamentarios.

Cornejo por su parte, vinculó a la CGT con una supuesta apertura hacia la reforma en los términos del Gobierno: “En algunas cosas la CGT representada por Martínez ha estado favorable”, afirmó, sin precisar cuáles y sin mencionar que la central se ausentó de la firma simbólica del documento final y rechazó expresamente sus lineamientos.

El mandatario cuyano defendió el proceso del Consejo de Mayo, al que calificó como una “muy buena iniciativa”, y atribuyó la falta de creación de empleo registrado a la legislación laboral vigente: “Está estancado el empleo en blanco; lo que limita la creación de nuevos puestos es la normativa”, sostuvo, en línea con los argumentos del Gobierno para justificar la reforma.

Las declaraciones de Cornejo reavivan la polémica sobre el intento del Ejecutivo de presentar un “consenso” que los propios documentos oficiales desmintieron. Ayer, la CGT también volvió a remarcar que el proyecto que se enviará al Congreso “no genera empleo, no formaliza trabajadores y solo quita derechos”, y que prepara un plan de acción para enfrentar la iniciativa.

En medio de este cruce discursivo, la central obrera se reunirá mañana en su Consejo Directivo para fijar una posición unificada y definir los próximos pasos frente a una reforma que, según advirtió, “no cuenta con aval sindical ni técnico, y avanza sobre conquistas históricas del movimiento obrero”.

Infogremiales

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