El gobierno francés confirmó que desde el 1º de julio será ilegal fumar en lugares como plazas, playas, cercanías de escuelas, estaciones de colectivos e instalaciones deportivas. La multa para aquellas personas que infrinjan esta nueva ley será de 135 euros.

La ministra francesa de Salud y Familias, Catherine Vautrin, explicó el objetivo de la medida: "ahí donde hay niños, el tabaco debe desaparecer". Además, Vautrin realzó el "derecho de los niños a respirar aire puro" contra la libertad de fumar y, si bien será la Policía la encargada de hacer respetar la multa, la ministra confía en que la ciudadanía de su país se autorregulará para cumplir con la nueva normativa.

De todas formas, la nueva ley que comenzará a regir en Francia dentro de un mes no impondrá penas para quienes fumen en las terrazas de los cafés ni para quienes utilicen los cigarrillos electrónicos, aunque se esperan nuevas medidas que propongan reducir el vapeo.

Las causas de la reglamentación

Según un informe que explicaba los fundamentos de la ley, el tabaquismo causa 75 mil fallecimientos por año en Francia, lo que representa el 13% de los decesos en todo el país. Por ese motivo la ley que entrará en vigencia en pocas semanas es parte de un Programa Nacional de Lucha contra el Tabaquismo que comenzó a desarrollarse en 2023, que finalizará en 2027 y que se propone "afrontar el reto de una generación libre de tabaco a partir de 2032".

Yves Martinet, la presidenta del Comité Nacional contra el Tabaquismo (CNCT) argumentó que esta ley es positiva también para los no fumadores ya que los protege "del tabaquismo pasivo, que también mata". Para Martinet, el proceso en el que entrará Francia desde principios de julio "desnormaliza el consumo de tabaco y lleva a los fumadores a plantearse progresivamente dejar de fumar". "Es eficaz, se ha demostrado", agregó al ser consultada por los beneficios de la adhesión a la ley.

La eficacia de la medida defendida por Martinet se comprueba en que muchos gobiernos locales en Francia ya tenían estas medidas. Así, según el Observatorio Francés de las Drogas y las Toxicomanías, el 23,1% de los franceses fuma a diario, siendo este el porcentaje registrado más bajo, disminuyendo la estadística del 2014 en más de 5 puntos.

Es que en el país europeo ya más de 1500 municipios habían acordado la ampliación de la prohibición de fumar en parques, playas y cerca de las instituciones educativas para menores de edad. Por otro lado, y gracias a ese contexto, el 62% de la población francesa está a favor de leyes que aumenten la prohibición de fumar en espacios públicos según una encuesta difundida en Francia.

Otra fundamentación de la medida responde a fines ambientalistas, por la contaminación que producen las colillas de los cigarrillos, sobre todo en las zonas.

MSN

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