El fútbol italiano fue testigo de un bochornoso incidente este viernes en un partido de la Serie C, protagonizado por el entrenador Josep Clotet y su dirigido, el delantero Raimond Krollis, en el encuentro entre Triestina y Giana Erminio. Todo comenzó cuando Krollis fue expulsado en el primer tiempo, después de una dura falta a un jugador rival, que le valió la tarjeta roja.

La situación se volvió tensa cuando, al dirigirse hacia el vestuario, fue interceptado por su propio entrenador, quien en un arrebato de enojo lo tomó del cuello y lo sacudió frente a la mirada atónita de los presentes y las cámaras de televisión. El hecho no pasó desapercibido y rápidamente generó polémica en las redes sociales y en los medios italianos.

La agresión de Clotet hacia su jugador reflejó el momento crítico que atraviesa el Triestina, que sigue en el último puesto de su grupo en la Serie C. Con apenas seis puntos obtenidos en catorce partidos, el equipo dirigido por Clotet no ha podido salir de la zona de peligro, y su desempeño en este partido tampoco fue favorable, ya que terminó perdiendo 1-0 en el último minuto, agravando aún más su posición en la tabla.

La situación de Krollis se originó en una jugada de fricción con un defensor de Giana Erminio, lo que desencadenó una falta violenta por la que el árbitro no dudó en mostrarle la roja. Esta expulsión dejó a su equipo en desventaja numérica, lo que fue aprovechado por el rival para asegurarse la victoria sobre la hora.

Pese a que Triestina aún tiene 24 partidos por delante para intentar mejorar su rendimiento, el altercado entre Clotet y Krollis podría afectar la cohesión del equipo y dificultar su recuperación. La reacción violenta del entrenador ha generado una gran controversia en el ámbito del fútbol italiano, donde muchos exigen sanciones y una revisión de su conducta. (M1).