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TUCUMÁN

4 de octubre de 2024

Durango: "Nadie está de más, ningún chico ni una chica está de más"

El Padre Marcelo Durango dialogó con Alfredo Grassia y Emanuel Gall, habló sobre el evento que se realizará mañana sábado bajo la consigna; “No más chicos/as descartables”.

"Estamos enfrentándonos al proyecto del gobierno que busca despojar de sus derechos a los niños y adolescentes. La consigna 'No más chicos descartables' nace de la necesidad de visibilizar y proteger a quienes sufren la exclusión", expresó el padre Durango durante una entrevista en el programa A Contramano en donde el referente de la Familia Grande Hogar de Cristo en Tucumán convocó a la jornada en defensa de la infancia y de la adolescencia este sábado 5 de octubre. La comunidad se reunirá entre las 9.30 y las 14 horas en el Club Sportivo Alfredo Guzmán ubicado en Diego de Villarroel 509 con la consigna “No más chicos/as descartables”.

La actividad surgió como respuesta a la propuesta de ley de la baja de edad de la imputabilidad de 16 a 13 años con la fuerza de la aseveración "Nadie está de más, ningún chico ni una chica está de más", que esbozó el Padre Marcelo Durango

El sacerdote Marcelo Durango delegado episcopal de los hogares de Cristo expresó que durante la jornada que comenzará a las 9:30 a.m. y finalizará a las 14:00 se realizarán “actividades deportivas (con fútbol, básquet, vóley) y lúdicas, momentos recreativos y artísticos además de un panel de reflexión sobre la reforma del régimen penal juvenil y un espacio para las organizaciones comunitarias”.

La mesa panel sobre la baja de edad de la imputabilidad contará con la participación de los panelistas Ramón Castillo, referente de la Rama de Liberados del Movimiento de Trabajadores Excluidos; Mayra Luna, coordinadora del Área de Seguridad y Derechos Humanos de la ONG Andhes, y el propio sacerdote Marcelo Durango.

Durango adelantó que con esta actividad deseamos “compartir la realidad de los chicos y las chicas de nuestros barrios, con los que estamos en contacto día a día. Desde las prácticas diarias que hacemos en el Hogar de Cristo nos encontramos con chicos que tienen sus derechos vulnerados, que muchas viven situaciones de exclusión a causa de la pobreza que no es una pobreza sólo económica sino multidimensional.  Entonces lo que proponemos es hacernos cargo de la realidad dura difícil que viven muchos chicos y trabajar para que todos podamos tener más oportunidades empezando por ellos, por los más pequeños que son los preferidos de Jesús y los que tienen que ser las prioridades de cualquier política pública. Primero los niños y los adolescentes”.

Durango reafirmó su rechazo a la baja en la edad de punibilidad y llamó a respetar los derechos de los niños, niñas y adolescentes, abordando el problema desde la prevención y la justicia social.

El militante social agregó en respuesta al proyecto que presentara el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona que “es hora de dejar de pensar en encerrar a más y más chicos. Necesitamos políticas que promuevan sus derechos y no solo respuestas punitivas”, agregó.

Para interpelar la salida fácil que se piensa con el Código Penal en la mano Durango inquirió “lo primero que nos preguntamos es dónde estamos nosotros cuando un menor llega a delinquir. ¿Cómo es que ha llegado a esa situación antes de tener una pelota o un cuaderno?”.

Además subrayó la importancia de analizar el contexto de vulnerabilidad que atraviesan los menores que cometen delitos, destacando la falta de acompañamiento por parte del Estado, la familia y las instituciones comunitarias.

A su vez propuso fortalecer el Régimen Penal Juvenil a partir de diseñar dispositivos que garanticen “un trato diferenciado para los niños y adolescentes que implique un acompañamiento que asegure la inclusión que ese chico o chica no está teniendo".

En este sentido Durango abogó por políticas que promuevan la inclusión de los jóvenes en riesgo, brindándoles el apoyo necesario para alejarlos de la delincuencia y las drogas a través de un enfoque integral y multidisciplinario.

“No podemos retroceder en los derechos de los niños, constitucionalmente garantizados. Debemos comprometernos a tratarlos como lo que son, víctimas de un sistema que los arrincona".

Para cerrar el padre Durango expresó que: “Los pobres son excluidos y considerados desechos. Pero en nuestra comunidad, todos somos importantes y tenemos un lugar. Cada niño y niña tiene el derecho a ser escuchado y apoyado. Solo juntos podemos garantizarles un futuro digno".

 

 

 

 

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