La corrupción parece naturalizada ya en todos los estamentos del Estado, lo que obviamente genera una gran preocupación, en especial para los ciudadanos, pues ven perdidas sus esperanzas de que las fuerzas de seguridad cumplan con su deber.

En ese marco, ayer se conocieron detalles de un nuevo escándalo en Gendarmería Nacional, en especial en los puestos de El Naranjo, en Rosario de la Frontera y el de Trancas, en Tucumán, los que fueron allanados por una investigación conjunta que llevan adelante los fiscales Eduardo Villalba, de Salta y Agustín Chit, de la vecina provincia.

Como resultado de esta redada, un total de 20 gendarmes fueron detenidos, como así también se secuestró una gran cantidad de dinero, el que fue hallado incluso en las dependencias de esa fuerza nacional, como así también en las casas de los efectivos detenidos.

En Tucumán

El Fiscal Federal N° 2 subrogante de Tucumán, Agustín Chit, fue quien comandó los allanamientos y detenciones en esa ciudad, en el marco de una investigación sobre una red de corrupción dentro del Escuadrón 55 de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) con base en Tucumán.

La investigación, se inició en el mes de febrero de 2024, a partir de denuncias que daban cuenta del cobro de sobornos por parte de miembros de la GNA que tienen a su cargo las patrullas que realizan controles de ruta en los corredores viales norte -sur. Los pagos serían realizados por quienes coordinan “tours de compra” que viajan a Bolivia y luego transportan mercadería de contrabando a diferentes destinos del país. Las denuncias fueron presentadas por “bagayeros” que referían al cobro excesivo de “coimas” y por miembros de la gendarmería que no querían participar en los hechos de corrupción.

La investigación estuvo a cargo de la Fiscalía Federal n° 2 con el auxilio de un equipo conformado por personal de la UNIPROJUD Tucumán, la UNICRITUC y la Oficina de Coordinación de las Unidades Técnicas del Comando Región IV de Gendarmería, lo que permitió determinar dos modalidades de funcionamiento de la organización criminal:

El cobro de sobornos en los puestos de control por parte de funcionarios de GNA que interceptan vehículos sospechosos de transportar mercadería ilegal y exigen el pago de sumas de dinero en efectivo para permitirles continuar su recorrido sin ser detenidos ni requisados.

La existencia de una coordinación previa entre Gendarmes y coordinadores de viajes de compras. En este caso, existirían comunicaciones previas entre ambos, mediante las cuales se alerta a los coordinadores de los tours sobre la ubicación de los controles y el momento oportuno para pasar sin ser inspeccionados, a cambio del pago de sobornos.

También se pudo establecer que, además del traslado de mercaderías de contrabando, los “arreglos” también habrían facilitado el transporte de sustancias estupefacientes. También se pudieron detectar múltiples transferencias entre quienes fueron identificados como coordinadores de tours y el personal de gendarmería y entre los gendarmes. A su vez, también se pudo acreditar que los funcionarios policiales utilizarían a civiles para la recepción del pago de los sobornos.

Indicaron desde Tucumán que, dada el tenor del caso, se celebró un acuerdo de Equipo Conjunto de Investigación (ECI) para compartir las evidencias recolectadas, con la Procuraduría contra la Narcocriminalidad (PROCUNAR NOA), a cargo del Fiscal Eduardo Villalba, que realizaba una investigación de similares características en la provincia de Salta.

La Fiscalía ha solicitado la indagatoria para varios gendarmes, a quienes se les imputa el delito de asociación ilícita agravada y cohecho. También se ha solicitado la detención de otros gendarmes y civiles para ser indagados por su presunta participación en la red de corrupción.

En esta primera etapa se ordenó la detención de 12 gendarmes y de 9 civiles la mayoría coordinadores de tours de compras de mercadería contrabandeada.

Se allanaron un total de 21 domicilios, puestos de control de gendarmes y escuadrones en la provincia de Tucumán, Catamarca y Salta, con resultados exitosos para la investigación. Se requirió la asistencia de 27 Unidades Especiales, casi 300 gendarmes y 45 vehículos para realizar los operativos y los resultados incluyen el secuestro de altas sumas de dinero en pesos y dólares en puestos de control, mercadería de contrabando (cigarrillos, ropa, neumáticos, celulares de alta gama) todo en domicilios de personal de gendarmería y de coordinadores de tours.

Esta causa revela un grave caso de corrupción dentro de una fuerza de seguridad y la Fiscalía continúa investigando la red delictiva, su entramado y la ruta del dinero proveniente de los sobornos.

En Salta

En el caso de Salta, según se pudo saber, la investigación se inició el año pasado, a partir de denuncias de comerciantes, quienes revelaron la modalidad de cobro de jugosas coimas que tenían los gendarmes de ambos puestos a los micros que conformaban tours de compras, procedentes de Bolivia.

La investigación fue iniciada por el fiscal Villalba, quien llevó adelante varias diligencias a fin de poder conocer como era engranaje que los gendarmes habían montado en el límite interprovincial, siendo los puestos que estaban en la mira el conocido como El Naranjo, ubicado sobre la ruta 34, en Rosario de la Frontera.

El puesto tiene fama de ser muy estricto, prestigio que ahora se fue al piso, pues el celo, al parecer, dependía del color del billete. Tanto de un lado como del otro, los puestos de Gendarmería apuntados exigían a los tours de compra el pago de sobornos, a modo de peaje.

La modalidad estaba tan aceitada que los pagos directamente se acordaban ya con los coordinadores de viajes de los micros, quienes tenían que desembolsar enormes sumas de dinero, el cual, por supuesto, no salía de sus bolsillos, sino de los cientos de comerciantes que viajaban a la frontera con Bolivia en busca de ropa y cualquier clase de mercadería que puedan revender hacer una diferencia.

Esta modalidad corrupta y delictiva, sin embargo, fue desbaratada a raíz de la exhaustiva investigación llevada adelante, la que cuenta con numerosas escuchas telefónicas entre los gendarmes implicados y los coordinadores de viajes de los tours de compras.

En razón de ello, la fiscalía reunió un gran número de evidencias de este accionar corrupto y solicitó a la jueza federal de Garantías, Mariela Giménez, las órdenes de allanamiento para el puesto El Naranjo, como así también la detención de ocho gendarmes, lo que se concretó y se sumó a otros doce detenidos en Trancas, los que en las próximas horas serán imputados oficialmente.

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