En el marco de la causa por el asesinato de Víctor Manuel Alejandro Barrionuevo (24), se llevó a cabo la audiencia de control de acusación y admisibilidad de la prueba, es decir, la instancia previa a la elevación a juicio oral y público. El brutal episodio tuvo lugar durante la madrugada del 11 de agosto del año pasado en el barrio 143 Viviendas, al suroeste de la capital tucumana.

Por el MPF interviene la Unidad Fiscal de Homicidios I, a cargo de Pedro Gallo, quien en esta oportunidad fue representado por su auxiliar María José Agüero. Desde un comienzo, se imputó a tres sujetos: Mauro Ezequiel Álvarez (“Colo”), quien ya fue condenado a 15 años como el autor del disparo mortal; Franco Leonel Serrano (“Chupa”), que aún permanece prófugo; y Santiago Francisco Acosta “Chueco”, de 22 años de edad, por quien se solicitó esta audiencia para que pase a ser juzgado en un debate. 

Agüero adelantó que la pretensión de pena del Ministerio Fiscal con respecto a Acosta es de 13 años de prisión de cumplimiento efectivo. En cuanto a la calificación legal, precisó que la conducta endilgada se enmarca en el delito de homicidio simple agravado por el empleo de arma de fuego, en calidad de partícipe secundario. Por último, la investigadora detalló cuáles serán los testigos y las pruebas documentales que presentará en el juicio.

Al finalizar, el juez interviniente hizo lugar al requerimiento de apertura a juicio oral y público requerido por la Unidad Fiscal.

La teoría de la acusación

El 11 de agosto del 2023, alrededor de la 01:00 de la madrugada, mientras Barrionuevo se encontraba en la vía pública en el barrio 143 Viviendas de la capital, transitaban también por el lugar Álvarez (“Colo”), Serrano (“Chupa”) y Acosta (“Chueco”), iniciándose una discusión entre ellos y Barrionuevo, a raíz de problemas que mantenían de vieja data. A continuación, Álvarez y Serrano, actuando en forma conjunta y coordinada y con intenciones de causarle la muerte, comenzaron a amenazar y golpear a la víctima.

A tal fin, “Chupa” extrajo un arma de fuego calibre 9 mm. y empezó a golpear con ésta repetidamente a Barrionuevo en la cabeza. Luego Álvarez tomó la misma arma y, al igual que Serrano, lo golpeó numerosas veces y finalmente le efectuó un disparo que impactó en la cabeza, dejándolo tirado en la vereda en grave estado. En tanto que, Acosta rodeaba a la víctima mientras los otros dos lo agredían, logrando una superioridad numérica para evitar que pudiera huir. Posteriormente, los tres se dieron a la fuga y Barrionuevo fue trasladado al hospital Padilla, donde falleció esa misma noche a horas 04:20.

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