La ciudad de Fortaleza ha sido testigo de unos de los crímenes más brutales del año en Brasil. Un hombre de 41 años, Francisco Aurélio Rodrigues de Lima, fue detenido el pasado martes, acusado de disparar a quemarropa a un empleado del Hospital Instituto Dr. José Frotta y posteriormente decapitar el cadáver. Al parecer, las sospechas de que su mujer pudiera mantener relaciones con la víctima desencadenaron la furia del asesino.

Según informan medios locales, el atacante irrumpió en el centro médico, donde había trabajado en el pasado y del que fue despedido hace unos años, y tras encontrar a la víctima en la cafetería, no dudó en actuar ante la atónita mirada de todos los presentes, empleados y pacientes, que quedaron conmocionados por lo estaban presenciando

Falló la seguridad del hospital

Francisco Misael Souza da Silva, de 29 años, recibió varios disparos desde muy cerca y, tras caer al suelo, fue decapitado. El asesino dejó la cabeza al lado del cuerpo y no dudó en disparar a otro trabajador, en estado grave. Tras ello, huyó a toda prisa mientras las autoridades trataban de dar con él.

Fue la propia familia del asesino quien, alarmada por lo ocurrido, informó a los agentes dónde se escondía para que pudieran llevarlo preso. Supuestamente, el atacante se benefició de que el hospital no había eliminado su reconocimiento facial, a pesar de que ya no trabajaba allí.

Según la prensa brasileña, la mujer nunca se tomó en serio las continuas amenazas de su marido, que deseaba que su esposa abandonara su puesto en el hospital. Ante las sospechas de que pudiera estar manteniendo una relación con Francisco Misael Souza da Silva, el asesino no dudó en cumplir sus advertencias y acabar con la vida del supuesto amante.

marca

​-
#Escuchá La 97.1 todo el día, hacé click acá📻