Lo que hace siete años comenzó en Tucumán como un evento particular benéfico pensado para un puñado de personas que atravesaba un estado de necesidad, esta noche se transformará en “el asado más grande del mundo”, siempre con la organización de Un Plato Caliente.

La premisa de la ONG sin fines de lucro es ayudar a los que menos tienen y más requieren. Este año, la actividad solidaria planea ser un acontecimiento de gran magnitud como forma de despedir 2023 y recibir el nuevo año. El encuentro será desde las 21, en el club deportivo El Cruce (La Plata 1.255) y se espera la asistencia de aproximadamente medio centenar de personas de bajos recursos o en situación de calle.
Si bien la propuesta es excepcional por su magnitud y volumen, es una más de las que Un Plato Caliente hace en la provincia durante todo el año, ya que sus integrantes recorren las calles de la capital tres veces por semana (en las noches de los jueves, sábados y domingo) para acercarle alimentos, frazadas y abrigo a quienes viven a la intemperie.

Sin igual

“No hay ni hubo otro evento igual en el mundo, nosotros decidimos ir más allá. Nuestro asado es solidario porque es para quienes lo necesiten; es gratuito y el más grande del mundo porque apuntamos que concurran más de 600 comensales. Esto no ocurre en ningún otro lado, ni siquiera en el mejor país hay un evento de estas dimensiones”, dijo Exequiel Medina, uno de los fundadores y participante activo de la OG quien se mostró emocionado a la espera del suceso.

Llamado al cambio

Fin de año es un momento de reflexión y cambio, y en este caso también una oportunidad especial y única para ayudar al otro; pero no tiene por qué ser la excepción.

En Un Plato Caliente invitan a las personas a hacer un trabajo de análisis introspectivo para reconocer las falencias y las actitudes negativas que tenemos tan arraigadas en busca de lograr un cambio para mejor. “¿Sabes qué es lo que más sufre la gente en situación de calle? No es la falta de comida porque comerán del piso; no es la falta de un lugar para dormir porque dormirán en el piso; no es el frío ni el calor porque encontrarán un cartón o un árbol para resguardarse del clima. Nada de eso. Lo que más les duele es la indiferencia y la discriminación que reciben todos los días por parte de la gente”, remarcó.

“Cambiar eso es crucial y de a poco, con pequeñas acciones, podemos ir moldeando esta forma de ver el mundo que tan arraigada tenemos. No somos mejores ni peores personas por estar o no en un voluntariado, cometemos errores igual que todos pero siempre tratamos de mejorar para brindarles auxilio a los que más necesitan y ayudarlos a que el mundo se vuelva un lugar más justo para ellos”, expresó.

De allí la convocatoria a sumarse en la acción por quienes lo necesitan y aportar un granito de arena para hacer la provincia un lugar mejor 

La trascendencia no se evidencia únicamente en la cantidad de asistentes al asado, sino que también se refleja en la dimensión en cuanto a la calidad y trabajo que conlleva una fiesta de fin de año. En palabras de su organizador, habrá decenas de mesas redondas, manteles impolutos, vajilla de calidad e individual para cada comensal (no se usarán cubiertos descartables), mozos que brindarán atención personalizada a cada mesa, shows de cierre, comida sin límite y postre para cada uno de ellos, entre mucho más.

La cena ha crecido exponencialmente desde su primera edición. “Nuestras expectativas son que supere lo que se logró el año pasado y para el próximo año esperamos superar lo que estamos por hacer este año. La idea es siempre mejorar y estamos trabajando constantemente en conseguir lo que sea necesario para brindarle a la gente una buena noche”. dijo Medina a LA GACETA.

El propósito
“Nuestro propósito es darle dignidad a la gente en situación de calle, que no vean como comida aquello que es desperdicio para otro”, declaró, en una referencia que excede esta fecha puntual.

Todas las actividades llevadas a cabo por el voluntariado buscan lo mismo, según la palabra de sus integrantes: dignificar la vida de la gente en situación de calle, que muchas veces es tratada con indiferencia o son discriminadas por un gran sector de la sociedad.
Así, este asado no es nada más que otro ejemplo de la perspectiva social que impulsa el grupo, con la oportunidad para todos de pasar una fiesta similar a las de otras familiar, con una mesa bonita y comida sobre ella.

Sin embargo, reconocieron que están enfrentando a ciertas dificultades para conseguir los insumos necesarios para concretar el evento: “no recibimos ayuda del Estado, de privados, ni nada. Nos financiamos con nuestros propios recursos y con la ayuda de quienes estén dispuestos a apoyar. Si no lo tenemos, lo fiamos y lo pagamos posteriormente pero necesitamos la ayuda y la colaboración de la gente”. Para recibir donaciones, se puede colaborar con la ONG vía Mercado Pago en su alias unplatocaliente.tuc.

Gratificación

Trabajar en un voluntariado es un trabajo arduo y complicado que responde al “compromiso social” de sus integrantes, según las palabras de Exequiel.

A la vez es sumamente gratificante al ver a las personas empoderarse y encontrar aquella dignidad que sintieron que perdieron o que muchas veces les fue arrebatada. “Hace tres años subimos un vídeo a nuestras redes de un chico de 20 años que logramos que aprenda a leer y a escribir de a poco; le cambió la vida a él y a día de hoy está terminando el secundario en un acelerado. Dejó de consumir, tiene un trabajo y mantiene una relación estable con su pareja. Dio un giro de 180° a su vida y es lo que buscamos hacer con todos, esperamos que se pueda”, manifestó.

Fuente:lagaceta

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