Boca tiene la Bombonera, ese estadio que todo el mundo quiere conocer y en el que Lionel Messi se sintió protegido cuando todavía no había ganado una Copa América ni un Mundial. Boca tiene 315.000 socios, mucho más que cualquier otro club argentino. Tiene en el cielo a Diego Maradona como hincha más popular, el que estaba en el summum de su carrera y decía que quería volver al club. Tiene a Juan Román Riquelme. Tiene hinchas famosos en todo el mundo, al punto de creer que todo el mundo es Bostero. Boca tiene el placer de ser el único que nunca descendió, que no tiene esa mancha en su historia. Boca tiene desde hace tiempo más títulos que cualquier otro club argentino (74). Tiene más títulos internacionales que todos (22). Y tiene ahora también más títulos de AFA: llegó a 52 y dejó atrás a River para arrebatarte un orgullo que ostentaba desde 1991. ¿Qué queda para los demás?

“Es para vos, es para vos”, gritan los hinchas xeneizes en las tribunas del estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero y los jugadores en el campo de juego. Y siguen juntos con el repertorio con dedicatoria a full, luego de este triunfazo 3-0 ante Patronato por la Supercopa Argentina que valió mucho más que una estrella.

Boca fue el mejor de punta a punta. Porque la jerarquía de sus principales figuras no se midió por el nombre, sino que esta vez fue por lo que hicieron dentro de la cancha. Ibarra los sacudió dejándolos afuera en los últimos partidos del torneo y los mandó en la final para que se coman la cancha. Y le respondieron. Al DT y a gente que venía mirándolos de reojo.

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