Un capo de capos. El hombre más buscado de Italia y uno de los más hábiles mafiosos del mundo. Así es Matteo Messina Denaro, el jefe de la Cosa Nostra y el último de los “corleoneses”, capturado por la policía italiana, los Carabineros, en el hospital privado de la Magdalena de Palermo, la capital de Sicilia, donde se encontraba para recibir un tratamiento médico.

Messina Denaro ha sido durante décadas uno de los prófugos más perseguidos del mundo desde que la Policía perdiera su pista en 1993. Está considerado como el cerebro del asesinato del juez Falcone a principios de los años noventa. Messina Denaro acumula en sus espaldas decenas de homicidios e incluso llegó a jactarse en alguna ocasión de que “con las personas” que había asesinado “se podría abrir un cementerio”.

La noticia ha sido confirmada por la primera ministra, Giorgia Meloni, y celebrada por todos los partidos políticos políticos. Su detención, en la que han trabajado desde hace años cientos de agentes de la policía, ha sido posible gracias a las investigaciones llevadas a cabo por los fiscales de Palermo Maurizio de Lucia y el adjunto Paolo Guido, según explican los medios italianos.

Quién es Messina Denaro

Messina Denaro nació hace 60 años en Castelvetrano, en la provincia siciliana de Trápani. Su padre, “Don Ciccio”, fue jefe de la mafia de Trapani y quien transformó la Cosa Nostra hasta situarla como una organización criminal metida de lleno en el mundo de los negocios.

A Messina se le considera el cerebro de las bombas que provocaron la muerte de los dos magistrados antimafia en 1992 Paolo Borsellino y Giovani Falcone, la esposa de éste, Francesca Morvillo, y ocho agentes de la escolta.

En una última sentencia se reconoce el papel de Messina Denaro en la llamada estrategia de los atentados de Cosa Nostra para presionar al Estado en los años 90 y prueba su participación tanto en los de 1992, reivindicados por Totó Riina, como en las bombas de 1993, encargadas por otro jefe mafioso, Bernardo Provenzano.

Fue justo después de estos atentados cuando Messina Denaro desapareció. Escribió una carta a su entonces novia, Ángela, en la que anunciaba el comienzo de su vida como Pimpinela Escarlata. “Oirás de mí, me pintarán como un demonio, pero todo son falsedades”.

Tras la detención de Riina y Provenzano, se consideró que Messina seguía moviendo los hilos de Cosa Nostra desde un paradero desconocido.

A pesar de ser el hombre más buscado de Italia, esto no le impidió viajar a Barcelona (España) para operarse de la vista, como han demostrado en varias investigaciones.

El poder del considerado último jefe de Cosa Nostra se demuestra no sólo en su amplia red de contactos y testaferros que se ha procurado en estos años, sino que también se puede cuantificar en los más de 4.000 millones de euros que se ha confiscado a su entorno.

De él solo se tenían pocas fotografías de hace 30 años y el último retrato robot incluye nuevos detalles confiados a la Policía por parte de algunos de los detenidos de su entorno. La nueva imagen le describe algo más anciano, con el pelo teñido de negro, con algo más de peso, pero sobre todo sin las gafas oscuras con las que se le conocía debido a problemas de vista.

Meloni: El estado no se rinde

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, dijo que demuestra que “el Estado no se rinde ante la mafia”. “Una gran victoria para el Estado, que demuestra que no se rinde ante la mafia”, dijo Meloni tras hacerse público el arresto de Messina Denaro en una clínica sanitaria privada en Palermo, la capital siciliana, a donde acudió para recibir tratamiento médico.

Meloni, que destacó que el arresto se ha producido el día después del aniversario de la detención hace 30 años de Totò Riina, otro jefe del crimen organizado, agradeció a “las fuerzas policiales y, en particular, a los Carabineros, a la Fiscalía Nacional Antimafia y a la Fiscalía de Palermo por la captura del máximo exponente de la delincuencia mafiosa”.

Fuente:larazon

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