Lucas (7) y Sebastián (13) Rodríguez jugaban en su casa de Villa Trujui, en Moreno. Eran alrededor de las 5:30 de la mañana cuando sintieron el impacto: el Chevrolet Meriva atravesó el muro y los aplastó. El más joven, Junior, murió instantáneamente. Sebastián llegó al hospital en estado muy grave y murió poco después.

El conductor, Gastón Emanuel Ramírez (42), aprovechó la confusión para darse a la fuga, pero los vecinos lo encontraron y lograron detenerlo.

Todo comenzó cuando Ramírez, quien circulaba por la avenida Roca a una velocidad muy superior a la permitida, perdió el control del Meriva.

Roca divide el partido de Moreno con San Miguel, al oeste del Gran Buenos Aires. A la altura de la calle Quilmes, en una curva, el vehículo primero chocó contra una parada de colectivos. Arrancó un costado y siguió largo hasta chocar contra una casa a la altura de 1817.

La parada de autobús en la que chocó el coche antes de chocar contra la casa. Foto Rolando Andrade Stracuzzi.
La fuerza con la que chocó fue tan grande que derribó toda una pared e incluso tuvieron que apuntalar el techo para que no se cayera el resto del edificio.

La sala de la casa fue destruida y estalló una tragedia: Lucas y Sebastián se habían quedado jugando PlayStation en el comedor y terminaron muertos. Había otro amiguito con ellos, que solo tenía heridas superficiales.

Los demás se salvaron porque dormían en las habitaciones, pero tuvieron que escapar de la casa porque corría peligro de derrumbarse.
La casa fue destruida. Foto Rolando Andrade Stracuzzi.

Ladrillos, escombros y gritos invadieron la manzana hasta que los vecinos acudieron en auxilio de Mariela, que vive allí con sus siete hijos (cuatro adultos y tres pequeños). El más joven murió primero, a pesar de los intentos de revivirlo en el acto.

El más grande se había quedado debajo del coche y tuvieron que rescatarlo. Tardaron más de dos horas en llevarlo al hospital, donde finalmente murió antes de que pudieran hacerle una resonancia magnética.

Mientras la desesperación por salvar a los chicos invadía la escena, el conductor aprovechó la confusión para escapar. Se alejó y dejó su auto abandonado, con los documentos adentro.

Más allá de que fue identificado y el vehículo estaba a su nombre, los vecinos describieron la vestimenta y características físicas del conductor. Lo encontraron a 12 cuadras del lugar, en Bella Vista, colonia San Miguel.

Ramírez vive a solo ocho cuadras de la casa familiar que destrozó la mañana de este domingo. El padre de las víctimas lo conoce del barrio.

Justo en la calle Quilmes, en la esquina del lugar donde impactó, tuvo que girar para llegar a su domicilio, pero lo hizo a tal velocidad que provocó una tragedia.
Un conductor ebrio perdió el control del vehículo y chocó contra una casa de Moreno. Mató a dos niños, de 7 y 13 años, e hirió a otro.
Al capturarlo, los vecinos lo golpearon para sujetarlo, por lo que también tuvo que ser trasladado al hospital.

Los investigadores estiman que pasó casi una hora desde el impacto hasta que realizaron una prueba de alcoholemia que dio positivo: tenía 0,64 gramos de alcohol en la sangre. Desde este año rige en la Provincia la ley que establece la tolerancia cero para todos los conductores.

«Le hicimos el Test de alcoholemia y dio positivo. Aunque toda la información ya estuvo en manos de la Fiscalía, certificó que venía a una velocidad muy alta. Todavía no sabemos qué fue lo que le hizo perder el control del auto que le provocó esta desgracia. Lamentablemente por el hecho, dos niños de 7 y 13 años perdieron la vida”, informó Juan Manuel Ciucio, secretario de Seguridad de Moreno.

El caso quedó en manos del fiscal Leandro Ventricelli, de la UFI N° 1 de Moreno, quien solicitó el levantamiento de las cámaras de seguridad de la zona y solicitó la detención de Ramírez.
Ventricelli lo acusó de doble homicidio culposo agravado por exceso de velocidad, número de víctimas y conducta temeraria. Además, por conducir ebrio.

«Hoy 8/1 a las 7 am (NdR: era a las 5.27) este HDP irrumpió en la casa de mi tía. Le quitó la vida a mis dos primos, Junior y Seba. ¡Quería huir! Pedimos tu colaboración para cubrir los gastos del funeral y poder reconstruir tu casa“, publicó Alejandro Cabrera, primo de las víctimas, en sus redes sociales, junto a un alias para recibir donaciones, a nombre de Mariela Zarza (47), madre de las víctimas: balde.molde.codeo.mp

La publicación de un familiar de las víctimas.

 El joven relató: “Ya estaban de vacaciones, así que se quedaron jugando. Eran nueve personas en total: mis siete primos, mi tía y un amiguito de mi primo, que también​Nadie resultó herido, solo heridas superficiales».

“El resto dormía en las habitaciones. Al levantarse encontraron a los niños más pequeños atropellados y la casa derrumbándose, entonces salieron. Mi tía está muy enferma, vio los cuerpos de mis primos y luego tuvo que salir. esperar a sacar a alguien de debajo del carro. Tenía fractura de cadera y estaba todo golpeado”, describió.

Fuente:titularesar

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